La oca, un juego que se remonta al siglo XVI
El juego de la oca se hizo muy popular cuando Francesco de Medicis le regaló uno a Felipe II. Tuvo tal éxito que pronto se extendió por toda Europa.
Los primeros tableros de este juego consistían en un cartón pintado con mucho detalle en el que se dibujaba una espiral con 63 casillas con diversos símbolos, como la calavera, la posada, el puente, varias ocas, etc. Es una carrera en la que gana el primero que entre en la casilla final con el número justo para llegar a ella. Los jugadores van tirando el dado y avanzan o retroceden según las casillas en las que caen.
Es un juego muy dinámico y divertido, una carrera, a ver quién llega primero.
Los tableros modernos del juego de la oca suelen ser reversibles, llevando en el otro lado el tablero de otro juego tradicional el parchís.