Un juego tradicional de toda la vida
El parchís tiene su origen en la India, donde se ha jugado durante siglos. El tablero tenía forma de cruz y se jugaba con 16 piezas. En el siglo XVI, el emperador Akbar construyó un tablero gigante en mármol donde las fichas eran mujeres de su harén con ropajes de distintos colores. Las clases más humildes jugaban con tableros de paño pintados o bordados y piedras coloreadas. Los dados usados entonces eran conchas de caurí, un molusco gasterópodo marino, es decir, una especie de caracol de mar. La máxima puntuación que se podía sacar era 25 y de ahí viene el nombre del juego, que originalmente se llamaba pacisi o paci, palabras de origen indostaní.
No está claro cómo llegó a occidente, pero sí se sabe que el primer uso comercial del juego data de 1867 en Estados Unidos, cuando John Hamilton registró los derechos con el nombre de parcheesi. Aunque originalmente el juego es para un máximo de cuatro jugadores, también hay versiones para seis y para ocho jugadores con tableros en forma hexagonal u octogonal respectivamente.
Es muy frecuente encontrar el parchís asociado a otro juego de toda la vida, como es la oca, en tableros reversibles donde cada cara del tablero es uno de estos juegos tradicionales.